Cuando era niña mi papá me dijo en una ocasión que “no existe altruismo unilateral, siempre que damos, indudablemente recibimos” (Cecilia Bernal).
A este concepto se le conoce en latín como “quid pro quo”, el cual significa reciprocidad y es justamente lo que vivimos desde hace 6 años en Arte por la Vida.
Nunca voy a olvidar la primera visita que realizamos en abril del 2015 con nuestro primer grupo de niños de Casa Hogar San Francisco al Museo Nacional de Arte: los niños estaban felices, curioseando por todo el museo y queriendo vivir ahí dentro, en medio de tantas obras de arte, de personas que les dedicamos varias horas de nuestro día. Pero lo que fue aún más memorable para mí, fue la sensación que me produjo aportar algo positivo a través del arte en la vida de esos pequeños, me sentí muy contenta, inspirada e invencible, capaz de hacer eso no solo para ese grupo de niños, sino para cientos más como sucedió más adelante.
En nuestro blog y demás contenidos hemos profundizado en los beneficios que aporta el arte a las poblaciones que atendemos, ya sea desde el punto de vista de la creación o bien desde la apreciación artística y en niveles emocionales, psicológicos y cognitivos, así como físicos y motrices… pero si hablamos de “quid pro quo”, en esta ocasión quiero contarles sobre los beneficios que nos aporta a nosotros, los que colaboramos de una u otra forma en la Fundación.
Dar de forma altruista y genuina genera múltiples beneficios para nuestra salud mental, aquí les enlisto los 6 principales que hemos disfrutado nosotros en Arte por la Vida:
1. Mejora nuestra confianza: al interactuar con los participantes y fungir de guías y/o apoyo, mejoramos nuestras relaciones interpersonales, así como nuestro autoconcepto.
2. Reduce el estrés: el tiempo parece detenerse en cada actividad y nos olvidamos por un rato de nuestros problemas y de los pendientes cotidianos.
3. Nos hace más optimistas: al estar en los talleres y recorridos expositivos, nos enfocamos en lo que aportamos y en el beneficio que brindamos, alejándonos de sentimientos negativos.
4. Nos hace vivir en el presente: nos volcamos en total plenitud en cada experiencia, estando presentes en cuerpo, mente y espíritu.
5. Nos genera alegría: el altruismo genera cambios en el cerebro que nos conducen a literal “estar más felices”, esto se amplifica con cada risa, juego o broma que hacen nuestros beneficiados.
6. Nos hace sentir poderosos: saber que lo que hacemos tiene un valor significativo para otros y para la sociedad, nos hace recuperar nuestro poder interior.
Como ven, el arte no solo aporta importantes beneficios a quien lo crea o contempla, sino también a quienes somos facilitadores de acercarlo a poblaciones vulnerables, es por ello que quiero invitarlos a que prueben sentirse felices, seguros, relajados y poderosos…, porque siempre que damos invariablemente recibimos.
Si te interesa colaborar de alguna manera en la Fundación Arte por la Vida y recibir estos 6 beneficios, por favor escríbenos a ariadna@arteporlavida.org.mx.
Cecilia Bernal
Fundadora y Directora General
Fundación Arte por la Vida A.C. y Mercarte
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